tiene forma de esfera, es decir, que es redonda por donde quiera que la veas, la cojas, la toques o la golpees (no es el caso de la foto que está agotada, con la lengua fuera).
La Pelota no tiene una cara sonriente y otra cara enfadada; puede tener mil caras, pero todas expresan lo mismo, aquello que ponemos en ella cuando la miramos en el cestaño, rodando o volando, cuando la cogemos, la sentimos y abrazamos con los dedos de las manos, y también después, la Pelota siempre lleva lo que tú le pongas, igual que trae lo que le ha puesto quien te la haya enviado.
En este sentido, por ejemplo en un frontón, la Pelota actúa de mensajera entre las personas que juegan el partido. Un trabajo duro, pues los mensajes se envían y reciben previo golpeo con la mano y después contra la pared de enfrente, el frontis, lo que no cede por muy fuerte y de mala leche que le des.
Por un lado, a nadie le gusta que le golpeen con rabia, y no es raro que si alguien insiste en ese tono ya no quieres ni que te toquen. Por otro lado, no hay más que verle cómo rueda y se mueve la Pelota para darse cuenta de que le gusta jugar, le encanta, igual o más que a nosotros con ella. Y me pregunto, ¿a qué le gusta jugar a la Pelota en un frontón?:
¿"A coger"?